Esterilización o castración del American Staffordshire Terrier
¿¡Una elección difícil!?
Esterilización de una hembra
¡Si tan solo este tema fuera tan sencillo!
El principio básico que muchos veterinarios utilizan al esterilizar (castrar) una perra es realizar este procedimiento antes de su primer celo, y existe un argumento para ello.
Aparte de que la perra en cuestión, y su dueño, debido a la extirpación quirúrgica de los ovarios (y a veces del útero), no tendrán que lidiar con las molestias del celo cada 6 meses, y que el fenómeno de la pseudogestación ya no ocurrirá después de la esterilización, una perra esterilizada tempranamente tiene menos riesgo de desarrollar tumores en las glándulas mamarias e infecciones uterinas.
Entonces… ¿la esterilizamos?
Desventajas
Desafortunadamente, también existen algunas posibles desventajas de la esterilización:
- El riesgo de incontinencia después del procedimiento aumenta.
- Además, las perras desarrollan más subpelo (no deseado), que son pelos cortos, grasos y lanosos, que se adhieren directamente a la piel.
- A menudo aumentan de peso después de la esterilización.
- La inseguridad de la perra puede incrementarse tras la esterilización, lo que también puede aumentar el riesgo de agresividad.
- Es común que la perra joven no se desarrolle más en términos de comportamiento/carácter y se quede estancada en una conducta inmadura.
- Mayor probabilidad de aparición temprana de demencia.
- El beneficio de reducir el riesgo de tumores mamarios también puede considerarse relativo, ya que la esterilización aumenta el riesgo de otros tumores malignos.
- Esto último a menudo se “omite convenientemente”.

Tumores mamarios
Los genes ciertamente juegan un papel importante que no debe subestimarse en el desarrollo (o no) de tumores mamarios en nuestras perras.
Además de los genes, tampoco debemos subestimar la influencia de la nutrición.
La alimentación (o la cantidad de comida) también puede influir en el desarrollo de los tumores mamarios.
Por ejemplo, la obesidad a una edad temprana (1 año), o el consumo de alimentos con alto contenido en carne roja, ha demostrado favorecer estos tumores mamarios.
Los tumores mamarios se dan principalmente en razas pequeñas. Estas razas más pequeñas se consideran el grupo de mayor riesgo.
Dicho esto, existen varias razas grandes que también presentan un riesgo incrementado.
Por el momento, el American Staffordshire Terrier no se menciona como una raza de riesgo (aumentado).
Cáncer, la causa de muerte número 1
Nuestra experiencia práctica nos ha enseñado que la probabilidad de que una perra tenga que lidiar con otro tipo de cáncer es relativamente alta.
Al igual que en los seres humanos, la causa de muerte número uno en los perros también está relacionada con el cáncer.
Si eventualmente se desarrolla un tumor mamario en la perra, existe un 50/50 de probabilidad de que dicho tumor sea maligno.
En otras palabras, el 50% de estos tumores no serán inmediatamente mortales. Por supuesto, un tumor benigno también debe ser tratado.
La importancia de un examen (general) anual por parte del veterinario queda claramente subrayada aquí.
El médico palpará cuidadosamente las glándulas mamarias de la perra y examinará si puede haber alguna masa anormal presente.
Estrógeno
Investigaciones recientes (School of Veterinary Medicine) han demostrado que las perras intactas que desarrollan cáncer mamario tienen una mayor probabilidad de supervivencia que las perras esterilizadas.
El estrógeno, la hormona responsable de este tipo de cáncer, tiene un efecto más complejo (positivo) que simplemente prevenir o no prevenir el cáncer mamario.
Castración de un macho
Castrar a un macho también plantea las cuestiones necesarias.
¿Es realmente necesario?
¿Qué se quiere lograr con ello?
¿Cuál es el mejor momento para castrar al perro?
Cambio de comportamiento
La razón principal que se indica suele ser el molesto comportamiento dominante.
¿Es entonces la castración el camino correcto?
¿Superan los beneficios de la castración sus inconvenientes (cirugía, cambio de comportamiento)?
Hay mucho de qué hablar.
Especialmente el claro cambio de carácter de un macho tras la castración es, para mí personalmente, una razón para considerar cuidadosamente la castración de un macho.
Agresión por miedo
En la mayoría de los casos, la agresión se indica como una de las principales razones para recurrir a la castración.
En mi opinión, vemos una evolución (negativa) en nuestra querida raza, a menudo vemos a nuestro alrededor que la agresión en el American Staffordshire Terrier hoy en día no es una forma segura de agresión. En otras palabras: una agresión por miedo.
Cuando hay dudas sobre si estamos tratando con esta forma de agresión, se puede recurrir a un terapeuta del comportamiento canino.
Esta agresión por miedo puede verse incluso promovida por la castración.
Además, creo que nuestra querida raza es mentalmente mucho más sensible que, por ejemplo, un pastor alemán o un dóberman, lo que significa que la castración puede tener una influencia negativa aún mayor con respecto al aspecto mental del perro.
Puede volverse aún más miedoso o tener aún menos confianza en sí mismo.
Otros efectos negativos
Además de los efectos negativos de la castración sobre el comportamiento, el metabolismo más lento y un efecto negativo sobre el estado del pelaje, la descalcificación ósea también ocurre, y veo que los machos castrados a menudo envejecen más rápido.
Además, aparentemente hay un mayor riesgo de resistencia a la insulina y diabetes, y un posible desarrollo de enfermedades autoinmunes y alergias.
El aumento relativo de los niveles de estrógeno también puede hacer que el macho parezca más femenino y sea más susceptible a tumores.
También hay cada vez más evidencia científica de que la castración de su perro aumenta el riesgo de cáncer de próstata.
Efectos secundarios negativos tanto para machos como para hembras
Para ambos sexos, después de la esterilización o castración a una edad temprana, además de las desventajas mencionadas, pueden producirse los siguientes efectos secundarios negativos no deseados:
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Las placas de crecimiento se cierran con retraso, por lo que el perro obtiene huesos más largos y delgados. Esto aumenta el riesgo de trastornos esqueléticos y musculoesqueléticos, como displasia de cadera/codo y rotura de ligamentos cruzados.
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La osteoartritis es cada vez más común en perros castrados/esterilizados.
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Además, se ve que el desarrollo de los genitales y del tracto urinario es más a menudo incompleto, lo que puede provocar inflamaciones, entre otras cosas.
Influencia de las hormonas
La ciencia médica está en constante evolución y se desarrolla a un ritmo acelerado.
Por ejemplo, estoy convencido de que en el futuro obtendremos aún más conocimientos sobre la influencia (positiva/negativa) de las hormonas sexuales en los diversos procesos complejos del cuerpo animal.
Procesos a los que la ciencia médica actualmente no tiene respuesta o ni siquiera es consciente.
Homeopatía y/o castración química
Todavía tenemos la opción de utilizar medicamentos homeopáticos y la opción de castración química.
Los medicamentos homeopáticos son remedios que contienen extractos de diversas hierbas.
Si estas sustancias finalmente no tienen el efecto deseado y el dueño del perro aún considera la castración, hoy en día se puede insertar un chip u hormonoimplante subcutáneo como alternativa.
Este procedimiento suele realizarse sin anestesia y es similar a la colocación de un microchip de identificación en un perro.
Este chip inhibe la producción de hormonas sexuales en los testículos y en los ovarios. La sustancia se libera gradualmente por el chip durante al menos medio año y en principio tiene el mismo efecto en el macho que una castración física.
El chip se puede reemplazar varias veces y si eventualmente aún persiste una situación no deseada, siempre se puede optar por una esterilización o castración definitiva.
El embarazo psicológico
¿Una razón para esterilizar a tu perra?
El embarazo psicológico en las perras —el fenómeno por el cual perras no gestantes adquieren características físicas y mentales propias de una perra embarazada— es también un motivo frecuentemente mencionado para optar por la esterilización.
Normalmente, las perras pueden sobrellevar el embarazo psicológico sin demasiados problemas, pero también hay perras que sufren mucho por estos síntomas, tanto a nivel mental como físico.
En respuesta a esto, se pueden utilizar medicamentos o también se pueden emplear los ya mencionados remedios homeopáticos (además de los medicamentos regulares).
Nosotros mismos intentamos trabajar lo menos posible con progestágenos. Estos medicamentos bloquean la liberación de hormonas sexuales en la glándula pituitaria del animal.
Se ha demostrado que el tratamiento con este tipo de medicamentos más que duplica el riesgo de tumores mamarios en el futuro.
Nuestra experiencia es que, una vez que una perra ha pasado por un embarazo psicológico, hay muchas probabilidades de que este vuelva (y más intenso) después de cada siguiente celo. Si el animal empieza a sufrir demasiado por los síntomas físicos y empieza a mostrar un comportamiento no deseado, entonces no veo otra salida en esta situación específica que proceder con la esterilización real.
Consejo del veterinario
En lo que respecta a la castración y esterilización, siempre aconsejaré seguir el consejo de tu propio veterinario.
Este artículo está escrito y basado en experiencias personales, experiencias de criadores amigos y veterinarios con los que hemos trabajado durante los últimos 35 años.
Ciertamente no tenemos el monopolio de la sabiduría sobre este tema, pero con los años, y debido a todas estas experiencias en conjunto, somos muy cautelosos con nuestras propias perras y machos en lo que respecta a la esterilización y castración.
No existe un consejo estándar.
El bienestar del perro es lo primero y siempre debe ser lo primero. En general, la castración o esterilización, en nuestra opinión, sólo debe considerarse cuando hay una razón médica indiscutible.